Inés Silva Martínez nació el 28 de enero de 1939 en Mayagüez, Puerto Rico, siendo la hija de Salvador Silva y Felicidad Martínez. Criada junto a sus tres hermanas, Dolores, María, Juanita, y su hermano Salvador, desde joven demostró su determinación y dedicación.

A pesar de haber llegado solo hasta el octavo grado, Inés no se detuvo ante los obstáculos. Estudió arduamente por las noches para completar su duodécimo grado, incluso mientras cuidaba de sus hijos pequeños. Este logro, obtenido con esfuerzo y sacrificio, le abrió las puertas para conseguir empleo y asegurar un futuro mejor para su familia.

Durante 25 años, Inés trabajó como empleada de comedores escolares, entregando su esfuerzo y compromiso a la labor diaria. Después de este tiempo, comenzó su merecido retiro. Se casó a la temprana edad de 20 años en 1959 y compartió 65 años de matrimonio, bendecida con cuatro hijos: Myrna, Willie, Magalí y Karen Segarra.

La Navidad era su época favorita del año, donde compartía su alegría con familiares y amigos. Amante de los viajes y las compras, disfrutaba explorar nuevos lugares y descubrir tesoros en las tiendas. Dotada de un carácter fuerte y decidido, combinado con una ética de trabajo incansable, dejó una huella imborrable en quienes la conocieron.

Su amor por las plantas y las flores, especialmente las orquídeas, reflejaba su naturaleza generosa y su profundo aprecio por la belleza de la naturaleza. Como fiel creyente, encontraba consuelo y fuerza en su fe católica, siendo una presencia constante en la iglesia.

Inés Silva Martínez fue más que una madre; fue un ejemplo viviente de generosidad, lucha y dedicación. Su legado perdura como una inspiración para todos los que tuvieron el privilegio de conocerla. Además, fue bendecida con siete nietos: Melanie, Guillermo, Valeria, Javier, Michelle, Gaby y Rafael, quienes llevarán consigo su amor y su recuerdo a lo largo de sus vidas.